De un tiempo a esta parte una televisión pública, que se dedica al cine y la teletienda, nos bombardea con pequeños reportages sobre esta dificil cuestión.
Pero para llegar a una conclusión sencilla habría que diferenciar las dos cosas.
La ciencia es el conjunto de conocimientos, obtenidos tras la observación, el análisis y la esperimentación. En la actualidad existen canales temáticos de televisión que abarcan los estudios, de manera amena y sencilla, para hacerla accesibles a todos los públicos.
Resulta muy cómoso el acceso a estos canales, por el simple motivo de que, entre su programación, podemos adquirir conocimientos de todas las ramas.
Encontramos descubrimientos arqueológicos, localizamos nuevas constelaciones, analizamos virus y microorganismos, conocemos la cultura y tradición de paises lejanos.
Eso es Ciencia, aprendizaje.
Por otra parte, dentro de la industria del entretenimiento, contamos con lo que algunos denominan el séptimo arte. El cine.
Algo importante, y muy a tener en cuenta, es que se trata de un medio de entretenimiento, una distracción, una actividad de ocio (para el público).
Cuando alguien adquiere una entrada de cine lo hace, por norma general, para pasar un rato entretenido, divertirse y alejarse de la vida cotidiana. De ahí que los documentales no se exhiban en las salas de cine.
Dentro del cine podemos encontrar diferentes géneros: comedia, drama, suspense, romántica, terror, western.... y sin duda cada día aparecen nuevos géneros, dispuestos a ampliar el abanico de posibilidades, e incluso en muchos casos mezclando diferentes géneros en una misma producción.
Uno de los géneros más antiguos del cine, quizas incluso el primero en diferenciarse, es el género de la ciencia-ficción.
En los tiempos primitivos del celuloide, las películas eran meras sucesiones de imágenes en movimientos. Producciones de escasos minutos. Pero con el paso del tiempo fue evolucionando y produciendo auténticas películas.
Se presentaba un argumento, se diferenciaban los interpretes para dar mayor protagonista a los personajes... En fin se relataba una historia amena y entretenida para deleitar al público.
Repetidas veces ha pasado de boca en boca la anécdota de la primera película de los "Lumiere" Un tren llegando a la estación , y la reacción del público. Pero al poco tiempo apareció el género de ciencia ficción.
Siete años habian transcurrido desde la llegada del tren hasta el viaje a la luna. El cine en estado puro nació de las manos de Georges Méliès. El mago francés, impresionado por el cinematógrafo, se dedicó a este nuevo arte y nos regaló el dón de la imaginación. Con su adaptación de la novela de Julio Verne, transformó la exposición de imágenes en Un viaje a través de lo imposible.
La ciencia-ficción se convirtió en un género cinematográfico e inspiró todo aquello que la imaginación podia crear.
Sin límites, sin preguntas, sin motivos... , nos sumergiamos en imágenes fantásticas que nos mantenian sujetos a las butacas durante el tiempo que duraba la proyección.
En los años '20 del siglo XX, llegaron las primeras películas sonoras, ayudando a crear un ambiente y nuevas sensaciones con el aderezzo de los efectos acústicos. Además de incluir los diálogos, se podian añadir música y efectos de sonido: relámpagos, crujir de puertas...
El género evolucionó, al igual que el cine. Pero siempre tratábamos del mismo tema, el entretenimiento.
El cine puede ser didáctico. Enseñar valores morales, hacer críticas políticas, inspirarse en hechos históricos. Puede recurrir a la literatura, al acervo popular, a las leyendas urbanas, a la imaginación de un niño. Pero siempre es entretenimiento, no educativo.
Existen unos edificios, conocidos como escuelas, en los que personas que han dedicado su vida a la transmisión de conocimientos, se dedican a impartir cultura y a mostrarnos los principios básicos de la ciencia, la historia y a educar nuestras mentes.
Algunas personas, interesadas realmente en los estudios y en desvelar incógnitas, acuden a unas salas atestadas de libros (conocidas como bibliotecas) para aumentar sus conocimientos.
En la actualidad, y tal como hemos comentado al inicio del artículo, existen canales temáticos de televisión para poder aprender desde casa, en la tranquila comodidad de nuestro mullido sofá.
La ciencia se alcanza mediante el estudio y el aprendizaje. Los más interesados en ella, continuan sus estudios hasta los límites y comienzan la experimentación, a fin de desvelar incógnitas presentes "todavía" en la naturaleza.
Pero el cine, el séptimo arte, es un medio de entretenimiento. Una distracción. Una manera de ocio.
Cuando adquirimos una entrada de cine, adquirimos un tiempo de entretenimiento, diversión e imaginación.
Cuando asistimos a la presentación de una película fantástica, de ciencia ficción..., nos sometemos a una suspensión total de la realidad.
No buscamos conocimientos, no deseamos aprender ciencia.
Acudimos en busca de imaginación, disfrutamos de imágenes imposibles, de efectos sorprendentes, de historias inimaginables.
¿Cinecia? o ¿Ficción?
¿Cine? o ¿Escuela?
La ciencia-ficción es un género que nació en la literatura, no apareció en el cine.
Algunos autores, de este género, han pasado a la historia por su ingenio, por su genio, o por la inmortalidad de su obra.
Algunos autores han pasado a la historia por relatar aventuras de ciencia-ficción, describir artilugios imposibles y situaciones sorprendentes, que con el paso del tiempo se han convertido en una realidad tangible y cotidiana.
De la Tierra a la Luna, de Julio Verne, es una obra literaria de ficción. Inspiró la primera película de ciencia-ficción. Hoy es casi un tratado científico. Viajar a la Luna es algo posible, realizado y carente de interés en el siglo XXI.
Desde 1865, fecha en que se publicó la obra, hasta hoy, no han pasado 150 años. La posibilidad de viajar a la Luna ha sido relevada a la categoria de poco interesante. Nuestros ojos están puestos en Marte.
La ciencia, como en otros muchos casos, supera la ficción.
Pero no olvidemos que en ciencia no existen las verdades absolutas. Lo que hoy es una verdad, mañana estará en tela de juicio.
El átomo (no divisible) se puede analizar y diferenciar sus partes. Navegar bajo el mar ha perdido el interés (salvo para fines militares). Viajar al espacio es una propuesta comercial (Virgin Galactic).
¿Se inspira el cine en la ciencia?
o
¿Se inspira la ciencia en el cine?
En realidad no importa, el cine es un medio de entretenimiento y la ciencia es el estudio de incógnitas. La relación entre ambas es amistosa y ocasional, no debemos dudar de una ni de otra.
A lo largo de la historia de la humanidad, muchos científicos fueron acusados y condenados por sugerir ideas que contrariaban la realidad establecida.
La tierra es plana...
El sol gira en torno a la tierra...
El hombre fue creado del barro...
La ciencia, al igual que todo, evoluciona. Las verdades absolutas no existen y si es necesario construir un enorme artilugio mecánico para demostrar que la teoria de Einstein era cierta, pues se construye y salimos de dudas. La particula de Dios vulnera la religión y ¿que?, la ciencia es nuestra nueva religión. Al Bosón de Higgs adoramos....
Se critica la imaginación y la magia de los cuentos infantiles, pero se defiende la ciencia a ultranza.
Se le ha llamado genio, pero se han dudado de sus afirmaciones. Solo podemos creer en aquello que contemplan nuestros ojos (a saber en que podemos creer los ciegos). Pero atacamos aquello con lo que nuestros ojos disfrutan.
Es imposible buscar lógica en la fantasia. No importa si existieron "Dragones", "Hechiceros", "Viajes a la Luna", "Princesas en Marte"...
¿Ciencia o ficción?
Algunos preguntan ¿Ciencia o Religión?.
Podemos buscar errores en todo lo que hallamos a nuestro alrededor. No podemos entrar en Matrix, como tampoco podemos teletransportarnos a la U.S.S. Enterprise. Pero podemos comprar una entrada de cine y disfrutar de una buena película.
Si lo que deseamos es adquirir conocimientos, podemos acercarnos a esos temibles y lúgubres lugares atestados de libros. Pero ojo !, hay libros que también se han creado para entretener....
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