VAMPIROS

Películas de vampiros hemos visto muchas, pero el personaje esencial en el cine de terror de todos los tiempos es Drácula.
 Puedes preferir la película de 1958 Drácula, una versión Inglesa protagonizada por Christopher Lee. 
Una mirada aterradora, una sonrisa despiadada y una expresión de triunfo, hacen de este Drácula uno de los más recordados.
La producción empezó en los Bray Studios el 17 de noviembre de 1957 con un presupuesto de £81,000. Es muy famosa por su innovadora combinación de fantasía, romance y sexualidad, además de sus escenas sangrientas explícitas.
En posproducción se eliminó el ruido de los pasos del Conde, para acrecentar su aura sobrenatural; también se comenta que cuando la mujer de Christopher Lee la vio, se quedó tan sorprendida que no quiso acostarse con él esa noche.
Terence Fisher dirigiría, en 1960, la secuela Las novias de Drácula, pero no sería hasta 1966 cuando volveriamos a ver este rostro en Drácula, príncipe de las Tinieblas.

Bella Lugoshi habia interpretado al Conde Drácula en la obra teatral, por eso cuando lo llamaron para participar en el rodaje de Drácula de Tod Browning (1931) pudo realizar una caracterización muy especial, con esa mirada profunda e hipnotizadora, capaz de arrastrar al público hasta la pantalla.

Pero de esta producción nació otro Drácula, dirigido por George Melford. Arthur Kohner quiso producir la película de Bella Lugoshi, pero como no pudo ser convenció a la productora para aprovechar los estudios y decorados de la misma para, durante la noche, rodar una versión en castellano con un presupuesto inferior.
Carlos Villarias protagonizó esta versión hispana de Drácula, intentando imitar a Lugoshi en todas sus actuaciones y caracterizaciones.
Esta económica versión latina filmada con un mínimo presupuesto se consideró, tras el estreno de ambas, como superior tecnicamente.
Pero la versión más fiel a la novela de Bram Stoker, no llegaría hasta la década de los años '90, con la tecnología de finales del siglo XX y un público acostumbrado a las escenas sangrientas, el desafío de conseguir asustar con Drácula de Bram Stoker recayó en Francis Ford Coppola.
Pero para conseguirlo Columbia Pictures contrató a los mejores actores del momento, que el director reunió en su casa para hacer una lectura de la novela original.
Ganadora de tres Oscar y con una recaudación de más de 200 Millones de dolares, cuenta con Gary Oldman interpretando a Vlad en todas sus carcterizaciones. Anthoni Hopkins da vida a Van Helsing, Keanu Reeves es Jonathan Harker, Winona Ryder es Mina y Elisabeta.
Curiosamente el primer candidato a interpretar era Antonio Banderas, pero no quedaba convincente al hablar inglés con acento rumano.

Algunas escenas fueron eliminadas y la versión en la gran pantalla solo duró 2 horas. La versión extendida de 144 minutos solo se editó en DVD.


Pero la oportunidad del actor malagueño llegó dos años después, cuando Warner Bros encargó a Neil Jordan la adaptación cinematográfica de Entrevista con el Vampiro, la exitosa novela de Anne Rice.
Para realizar esta nueva imagen de los vampiros, menos sangrientos y más sensuales, se seleccionó a los actores atractivos de Hollywood.
Brad Pitt interpretó al sentimental Louise, un vampiro soñador y melancólico.
Tom Cruise caracterizó a Lestat con el aire indolente que caracteriza al personaje de las novelas.
Antonio Banderas le puso voz y rostro a Armand, el vampiro de rostro angelical del que todos se enamoran al verlo.
 
 Anne Rice dió, con sus novelas, un nuevo estilo de vampiro. Joven, atractivo, romántico y vividor. Bebedores de sangre que disfrutan mezclandose con los mortales y viviendo como ellos. Adaptandose al cambio de los tiempos y permaneciendo eternamente sin enemigo alguno.

La escritora colaboró con la producción y adaptó personalmente el guión.

La película resultó un éxito de taquilla y de críticas, pero no obtuvo ningún premio. 

Para Kristen Dunst, a la edad de 11 años, supuso el lanzamiento definitivo a los platós de cine y la catapultó a la fama. Su caracterización de Claudia, la niña vampiro, resultó aterradora y escalofriante al estar en un no-muerto de tán tierna edad.

La versión más moderna del clásico Vampiro, la interpretó Gerard Butler en Drácula 2000.

Una versión más católica del mito de Drácula, donde el vampiro primigenio no es otro que Judas, condenado a la oscuridad por toda la eternidad, tras haber traicionado a Jesus. 
Una visión de vampiro que cayó en saco roto, debido a las versiones más juveniles y menos religiosas a las que se había acostumbrado el grán público.

Stephen Dorff había interpretado, en 1998, a Deacon Frost en la película Blade protagonizada por Wesley Snipes.
Un Vampiro joven, atractivo, arrogante, indolente y con un gran sentido del humor, que hacia temblar a las nuevas generaciones.
Con esta primera película se incluyó a los vampiros en el género de las películas de acción y se les permitió mostrar otro rostro no tán terrorífico ni sanguinario.
La increible recaudación de la película garantizó la continuación de la saga, hasta llegar a la trilogía.


Olvidada quedó aquella versión adolescente de vampiros, Jovenes Ocultos, interpretada por Kiefer Sutherland en el '87.
Una pandilla de moteros delincuentes resultan ser un grupo de vampiros de California, que se alimentan de todos los jovenes alocados que veranean por sus playas.
Joel Schumacher, el director, trató en varias ocasiones de realizar una secuela probando con diferentes guiones, pero nunca lo consiguió.
Jovenes Ocultos 2 serodó 20 años despues sin participación del anterior director y para distribuir directamente en DVD. 
Se han estenado versiones paródicas como la de Eddie Murphy, Un Vampiro suelto en Brooklin, en 1995.
Una película dirigida por Wes Craven, que recibe el toque personal del cómico y la versión más cómica del mito, con imágens como la del vampiro sacando un dedo de entre los dientes y diciendo - hoy he cenado italiano- refiriendose a su última víctima.

Pero el futuro del género está dividido entre una vertiente extremadamente sanguinaria y otra romántica.

Solo las versiones góticas como Van Helsing, donde podemos ver a Hugh Jackman en la piel de un cazador de vampiros a las ordenes de la iglesia católica, en una versión cinematográfica que entremezcla los mitos literarios e Drácula , Frankenstein y los hombres lobo. O Underworld, una visión moderna y gótica que entremezcla pasado y presente con una estética gótica que se adapta a todas las épocas.
En el siglo XXI, los vampiros han evolucionado y se han adaptado. En la saga Crepúsculo podemos verlos caminar a la luz del día, enamorarse de colegialas y mostrarse sensibles.

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