Michael Andreas Helmut Ende, hijo único del pintor surrealista Edgar Ende, publicó en 1979 una novela titulada Die Unendliche Geschichte, conocida entre nosotros como La Historia Interminable. Pocos son aquellos afortunados que han leido la obra, pero muchos han visto la película.
Wolfgang Petersen adaptó la novela en 1984, con unos efectos especiales muy espectaculares (en aquella época), y un presupuesto que a día de hoy no podria producir una película de esas características.
Muchas protestas se alzaron en contra de la versión cinematográfica, incluido el propio autor de la obra, por la poca rigurosidad con el texto de la versión impresa, además de suponer únicamente la primera parte de la obra. Pero pese a ello, tanto La Historia Interminable como Michael Ende, quedaron grabados a fuego en la memoria de toda una generación.
El considerable éxito de taquilla impulsó a Warner a producir una secuela, La Historia Interminable 2: El siguiente capítulo, en tierras americanas. En esta segunda entrega se relataba la parte olvidada por Petersen, pero no tuvo buena acogida.
Existe una tercera entrega, pero no guarda relación con las anteriores ni con la obra de Michael Ende.
Parece haber caido en el olvido, pues pocos son los lugares donde podreis encontrar esta obra maestra, pero tanto la aventura narrada, como los efectos y sobre todo la música, llenaron de ilusión una época y marcaron el principio de un estilo cinematográfico.
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